Como siempre, de todas las experiencias que nos va arrojando la vida, se puede extraer lo bueno o lo malo, lo triste o lo alegre, lo cómico o lo trágico. Yo elijo siempre filtrar lo positivo y archivarlo arriba, en lo más cercano, lo demás es un mal recuerdo que uno debe dejar lo más abajo posible, aunque sin olvidarlo.
Al lío.
El equipo Alevín A de fútbol del Club Coromoto ha ganado este año la liga regular en su grupo. Como consecuencia de ese éxito fue invitado ha participar en La Danone Cup que se celebra en Gran Canaria y que aglutina a diversos campeones de la misma categoría de las diferentes islas.
Un total de 64 equipos, a una media de 10 jugadores por equipo, son unos 650 niños, más entrenadores, padres, organizadores, etc. En fin, un evento importante a nivel deportivo.
Del torneo salen dos campeones, el campeón absoluto que va a jugar a Barcelona contra los diferentes campeones de las diferentes comunidades y el campeón de consolación, que se lleva una copa y unos detalles de la organización.
Nuestros chicos, Isaac, Airam, Adrian, Iván, José, Pedro, Beltrán, Mario y Ramón, en su primera participación del club en dicho torneo jugaron como campeones. Una gran azaña. Sin embargo lo más importante para mí ha sido el desarrollo de los acontecimientos y lo que todos hemos aprendido como lecciones de vida, que es en realidad lo que quiero describir.
El torneo se desarrolla en las instalaciones ubicadas en San Bartolomé de Tirajana, en Maspalomas. El jueves se inicia el campeonato con el correspondiente acto protocolario, sorteo y encasillamiento de los equipos en 16 grupos de 4 equipos cada uno.
El viernes se inicia el campeonato. A nosotros nos ha tocado un grupo fuerte, dos equipos que dicen con posibilidades de ganar el campeonato, el Huracán A y el Arucas A, y otro más o menos de nuestro nivel, el Estrella B.
Los dos primeros quipos de cada grupo se clasifican para la fase de eliminatorias de la copa absoluta y los dos restantes pasan a la fase de eliminatorias de la copa de consolación.
Para pasar a la ronda de eliminatorias, de los dos primeros, hay que ganar al menos dos partidos de los tres que se disputan.
Viernes 28 de abril
En nuestro primer partido, hoy solo jugaremos este. Nos toca el equipo más asequible de nuestro grupo, el Estrella, y lo ganamos con cierta facilidad, 5-0. Todo es euforia, los chicos se viene arriba, ya se ven jugando mañana contra uno de los favoritos del torneo, el Huracán A de Las Palmas, haciéndole frente e incluso ganándole. En muy poco tiempo los chicos se nos han venido arriba.
Lección: Hay que ser prudente en generar expectativas, no se pueden lanzar demasiado pronto ni demasiado alto las pretensiones hasta comprobar cómo son tus oponentes.
Sábado 29 de abril.
Segundo partido, bajada a la realidad y mazazo. El Huracán A es un equipo de los grandes, tipo Tenerife o Las Palmas. Incluso han ganado este torneo en años anteriores. La cosa se pone más difícil de lo que parecía. Los chicos aguanatan la primera parte con empate a uno pero en la segunda viene la debacle. Acabamos perdiendo 4-1 y los chicos enfadados y muy dolidos por la derrota pues hubo en momento en que parecía posible hacerles frente.
Tercer partido, contra el Arucas A, esta derrota si que nos ha dolido, teníamos serías esperanzas y con peor juego nos han metido un 3-0. Los chicos eliminados de la fase principal lloran la derrota, el ambiente es de pesimismo, hay que sobreponerse. Los padres tentamos dar ánimo, los entrenadores reaccionan bien y lo mismo, hay que levantarse, si no luchamos es mejor irnos. Vamos a descansar al hotel, desconexión en la piscina y a ver qué pasa esta tarde.
Cuarto partido. Ya en la copa consolación y con la moral por los suelos, hay que jugar ahora el torneo de k.O.
Los chicos, aunque desanimados, empiezan a jugar más relajados y el juego que suelen hacer por fin llega. Hacen un gran partido y consiguen una incontestable victoria y la moral remonta. Ya por la tarde en la piscina y en la cena se nos vuelven a venir arriba, ya no son los de antes, se han pegado un tortazo pero están levantándose.
Lección: En la vida lo que te hace fuerte no es solo ganar sino perder o caerte y volverte a levantar, y eso es lo más importante de este día para nuestros hijos.
Domingo 30 de abril
Quinto partido, domingo a las 9 de la mañana. Estamos en octavos de final, el equipo rival es el U.D. Guargacho. Partido complicado pero nueva victoria para los nuestros por 3-0. Esto marcha, los chicos vuelven a hacer su juego y cada vez tienen más moral. No solo se han recuperado del mazazo sino que ahora son más fuertes.
Después del partido nos hacen una entrevista en la televisión local. No solo tenemos un equipo de fútbol con chicos que juegan bien al balón sino que además saben hablar en público. Entrevistan a uno de los entrenadores y a nuestro portero Isaac que responde con un desparpajo y con una serenidad admirables para un chaval de su edad.
Casi nos eliminan por la dichosa entrevista por llegar tarde al siguiente partido. Los partidos se desarrollan con 30 minutos de decalaje, cosa que no sabíamos, y además nos hacen juzgar a la otra punta del campus. Corro al oír nuestro último aviso por megafonia. Pierdo la chola en la carrera pero evitamos la eliminación por incomparecencia por un minuto. ¿Sería la entrevista una trampa de los canariones?
Sexto partido, cuartos de final, llegamos sin tiempo, con la lengua fuera y a jugar. Es un equipo rocoso, el Castillo A, equipo con malas artes pero no nos amilanan pues los nuestros ya están en modo victoria. Despliegan su mejor juego e infringen una dura derrota al rival que ve así recompensada sus excasas ganas de jugar limpio.
Lección: La mayoría de las veces el juego limpio se suele imponer al juego sucio y a las malas artes o marrullerías. Los entrenadores deberían inculcar a los chicos evitar las faltas, los agarrones o las pérdidas de tiempo y promocionar el juego limpio, por lo menos a estas edades, ya vendrán momentos para estos inevitables de la vida.
Séptimo partido, semifinales. Aquí ya no hay quien nos pare. Nos imponemos en los penaltis al R.C. Victoria. Mario y José no fallan en la línea de tiro e Isaac hace el resto. Ya todo es euforia y vamos a por la copa.
Lección: Es más fuerte un equipo que cualquier grupo de buenos jugadores. La fuerza la hace el grupo y cuando uno falla están los demás para arroparle.
Octavo partido, LA FINAL. Jugamos contra el San Fernando B. El juego corre a cargo del Coromoto pero el gol no llega. A falta de cinco minutos para el final por fin mojamos, marca el equipo y acaba el partido.
Hemos ganado la copa de consolación, ¡¡¡somos Campeones!!! Cantamos, gritamos y nos sentimos orgullosos de nuestros muchachos. Ellos están en una nube y esta victoria ya les acompañará siempre en sus vidas.
Lección: Caímos derrotados casi al principio pero no nos rendimos y nos levantamos, seguimos luchando y eso tuvo una recompensa enorme, que nos hizo tanta ilusión como si hubiésemos conseguido la copa principal. Sobre todo por como la ganamos, porque supimos reaccionar y sobreponernos al dolor causado por la derrota. Otros con más expectativas no tuvieron la oportunidad de conseguir nada. ¿Qué más se puede pedir?
Pues sí señores, se puede pedir algo más. Es martes, ayer lunes volvimos de Gran Canaria en barco y con un agotamiento general, sobre todo jugadores pero también entrenadores y padres.
Sin embargo hoy nos vemos en la obligación de jugar otro partido crucial en la copa de Tenerife, hay que jugar contra el Florida y ganar si no queremos quedar apeados de esta competición que aglutina a los campeones de los diferentes grupos de preferente de Tenerife.
Los chicos inician el partido y se les ve cansados. Los ocho partidos del fin de semana les están pasando factura. Pierden por 0-1 a cinco minutos del final y las ocasiones, muchas, de las que gozamos no acaban de materializarse. Por fin, a 4 minutos del final, llega el empate, aunque no nos vale de nada.
Mi hijo Ivan tiene mucho carácter desde que nació. Ya hable de él en alguna historia del blog. Lo más difícil para mí como padre está siendo intentar conducir ese carácter. Es como un potro desbocado, un torrente de fuerza que bien conducida puede ser extraordinaria pero que si la dejas a su aire te puede arrasar y descontrolarse.
Hace un tiempo, cuando Iván se encontraba en situaciones que no le favorecían, se enfadaba, se frustraba, se cabreaba y renunciaba a seguir compitiendo. Para mi cuando veía esa actitud era decepcionante y me enfurecía y hacía enfadar con el chico.
Gracias a muchos factores, a veces mano dura, a veces paciencia y diálogo, y en parte al mundo del fútbol y a un par de personas en especial, Abel y Juanjo, hemos conseguido canalizar esa fuerza y el más claro ejemplo ocurrió en este último partido.
Lejos de rendirse, tirar la toalla y cabrearse, a pesar de estar prácticamente ya eliminados de la copa de campeones, esta vez Ivan creyó hasta el final, pidió el balón a falta de unos segundos, Isaac se la mando con un fuerte patadón desde la portería, el balón le llegó botando y ya en el último segundo de partido marcó de cabeza el gol de la victoria.
No os imagináis que sensación de felicidad, los chicos unidos en una piña como un equipo que son, los padres aplaudiendo y gritando de la emoción.
En fin, que la cosa marcha y la lección más importante de todo esto es que, ¡chicos! nunca hay que tirar la toalla, hasta que se acaba el partido o el tiempo, hasta el último suspiro de aliento, hasta que ya no hay solución posible, siempre hay que luchar, en el fútbol y en la vida, nunca nos rendimos. La victoria es de los que aguantan hasta el final.
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