17 de abril de 2013, este día me será difícil olvidar.
Esta mañana comenzamos el día como grandes señores, alquilamos una avioneta para ir desde Dakar al sur del país, a Kolda. Allí se ubica una de nuestras obras: "El puente de Kolda ".
Vamos hacia un pueblo en la región menos desarrollada de Senegal, es como viajar en el tiempo y en el espacio, algo complejo de explicar si no lo ves con tus propios ojos.
Hoy se trata de hacer lo mismo que tantas veces se hacía en España durante la época de bonanza, poner la "primera piedra" del Puente de Kolda.
Para lo profanos en esto de la construcción os contaré, que esto de la primera piedra es una pantomima, perdón, un acto público para engrandecimiento y autobombo de los políticos de turno allá donde los haya, que funcionan igual en todo los países del mundo. Con este acto se pretende escenificar el inicio de los trabajos de una obra.
Para mi que esto de la primera piedra proviene de los antiguos egipcios, allí poner la primera piedra, por ejemplo, de una pirámide, si que debía ser algo inmensamente difícil y grandioso, sin grúas ni medios materiales y sólo a base de unos cientos de miles de esclavos.
Ahora que hay medios de todo tipo pero no esclavos, solo se entierra una pequeña cajita de metacrilato, el político de turno echa una palada encima con muy poco arte y a soltar el sermón: que qué grande soy, que qué necesario era esto, que lo hago todo por mi pueblo, que tal, tal y tal...
Últimamente, se pasa directamente al discurso del político, que lo de coger la pala es muy ordinario y difícil para alguno, pues demuestra que la mayoría no han dado un palo en su vida.
Me acompañan en la avioneta dos pipiolos en esto de África, mi jefe y uno de sus hombres de confianza, además de dos franceses muy currados en este Continente, (sus mujeres son de Madagascar y Costa de Marfil). ¿Sabíais que el hombre suele morir donde la mujer nace?. También nos acompañan parte de nuestro equipo de siempre, Manuel, Sergio, Luis y Papis, que ya empezamos a parecer veteranos.
Es curioso! tan solo llevamos 9 meses viniendo a Senegal, pero, ¡qué nueve nueve meses! En África , ese tiempo cunde más que un master en Oxford. ¡Bien sûr! (que quiere decir: seguro).
El vuelo dura hora y media, vamos a aterrizar en el aeropuerto de Kolda, el mejor de todo África, según el contratista que ha hecho la pista, un libanés que ya es amigo, la pista es la mejor de toda África, precisamente porque la ha hecho él y ¡ATENSION!, sic, solo en seis meses.
Cuando ya estamos encima de la pista, pienso que los libaneses deben ser como los vascos, un pelín exagerados, la pista es de tierra y tiene un manchado de asfalto, resulta que no es un aeropuerto sino un aeródromo y la pista bien podría valer perfectamente para hacer motocross. ¿Como pudo tardar seis meses en hacer semejante ....?
La torre de control y el edificio deben tener, por lo menos, cien metros cuadrados ¡Anda, coño! si no hay torre de control, lo que se ve es una antena de telefonía. Uno empieza a no asombrarse por nada.
El piloto nos despide hasta la tarde con una advertencia:
- tenéis que venir antes de que empiece a anochecer, porque aquí no hay ni una luz y no podremos despegar-
Son las diez de la mañana y hacen unos agradables 37 grados a la sombra. Como vamos a asistir al evento del siglo en esta zona, vestimos traje y corbata; aquí, todo el que es alguien va de traje, aunque luego te derritas; son muy protocolarios.
Esperamos a que vengan a recogernos en la amplia sala VIP del aeródromo, tiene un sillón, ventilador y una mesita, ¡todo un lujo!
"La temperatura sigue en aumento"
Las autoridades locales han preparado un buen sarao, carpas que dan sombra, moquetas sobre la tierra y presentaciones varias, la hora del Acto será a las cuatro de la tarde; eso, ¡con la fresca!, ¡qué buena idea, qué planazo!
Para hacer tiempo nos vamos al hotel del pueblo, los otros hoteles no son catalogables. En éste, la cerveza, aunque sea mediodía, es un primor, fría y con arachits (manises). Aquí se puede estar, sólo hay unos 40 grados al sol, pero con cerveza, aperitivos y sentado a la sombra se puede resistir hasta una guerra nuclear.
A las tres de la tarde, alguien de la organización toca retreta, hay que ir al acto para posicionarse antes de que lleguen sus ilustrísimas. Dudo de ir, todos dudamos, acto de responsabilidad.
¿Será verdad que lo van a hacer con este infierno de calor?, me temo que sí, el termómetro del teléfono ya no marca más.
Pues nada, vamos allá, que no parezca que los blanquitos somos unos blandos. Caminamos rumbo al palco, espera una multitud a ambos lados de la calle y, desde hace horas, increíble. La multitud nos aplaude. ¿Quienes se pensarán que somos? La verdad es que llamamos la atención, miles de senegaleses esperando a su presidente y siete blanquitos caminando hacia el palco, es algo muy extraño.
Llegamos al palco presidencial, allí hay una carpa cerrada con sillas formando un pequeño graderío, enfrente otra carpa pero abierta, yo prefiero la abierta, por lo menos corre una brizna de aire.
No me dejan entrar: ¡tú a la cerrada¡, que para eso tienes entrada VIP. Ahí comenzó el auténtico calvario.
Tres y cuarto de la tarde, sentados en nuestro sitio asignado, el efecto invernadero es total, la temperatura fuera es de unos 45 grados, pero dentro, a pesar de estar a la sombra, la sensación es de sauna.
Estamos sudando como pollos, nos han dejado una botella pequeña de agua; al intentar beber te das cuenta de que esta ideal para hacer un té. Sudamos más que Camacho en una rueda de prensa, a los pies ya se ve un charquito de sudor, como en la sauna.
Pienso en escapar una docena de veces, mis compañeros Ángel y Manuel me quitan la idea, los cabrones de enfrente, palco B, con el resto de personal de la empresa se descojonan, las estamos pasando putas.
Por fin, sobre las cuatro y veinte de la tarde aparece el Presidente, medio cuerpo fuera del coche y saludando a la multitud, montones de guardaespaldas. Se inician los discursos de los políticos, tiempo interminable, algunos discursos se repiten en tres idiomas, francés, wólof e inglés. Es el momento de gloria de los políticos y lo que más me asombra siempre es la gente que les cree. En todo el mundo, la raza humana es adoctrinable y borreguil.
Cinco y media de la tarde, esto se acaba y hemos aguantado el tirón, salimos del palco a respirar, el Presidente se va. La gente se salta el cordón de protección, una multitud viene hacia nosotros, da impresión, nos echamos a un lado y pasan de largo.
De regreso al aeródromo, para irnos cagando leches, el piloto no está, le llamamos por teléfono, se ha quedado tomando cervezas en el hotel.
- Vayan arrancando la avioneta que enseguida estoy ahí-
Aparece una hora después.
-¿Quién pilota?-
-Es coña-
- Vayan arrancando la avioneta que enseguida estoy ahí-
Aparece una hora después.
-¿Quién pilota?-
-Es coña-
Es un tipo serio, hasta nos deja llevar la avioneta un ratillo, eso si, cuando no viene nadie de frente.
Voy a sacarme el título de piloto, Manuel me ha convencido.
Voy a sacarme el título de piloto, Manuel me ha convencido.
Así, si nos vemos en otra como esta, podremos dejar en tierra al piloto.
Como en España, aquí habrá otro gran "sarao" cuando acabemos la obra, yo lo llamo la fase de " premios y condecoraciones a los no participantes"
Ahí tendremos de nuevo en acción a la subespecie humana dominadora del mundo, " los políticos "
A mis compañeros de trabajo, por ser parte de todas estas locuras.
Ahí tendremos de nuevo en acción a la subespecie humana dominadora del mundo, " los políticos "
A mis compañeros de trabajo, por ser parte de todas estas locuras.
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